domingo, 20 de octubre de 2013

CARACTERÍSTICAS CULTURALES DE MI REGIÓN VALLEDUPAR

CARACTERÍSTICAS CULTURALES DE MI REGIÓN



Cultura

Valledupar es ampliamente conocida por ser la cuna del vallenato y celebrar anualmente el Festival de la Leyenda Vallenata. Es, además, uno de los epicentros culturales de la Costa Caribe colombiana. La danza folclórica más importante es la danza del pilón. En la ciudad se celebran anualmente los carnavales. Las peleas de gallos están muy arraigadas en la cultura de la gente.

Gentilicio
No se sabe con exactitud de dónde proviene la palabra "vallenato", a pesar de las muchas hipótesis que han sido expuestas. Sin embargo, de acuerdo a una tesis del escritor Ciro Quiroz, a principios del siglo XX, tenía una connotación despectiva y a los propios habitantes de Valledupar no les gustaba. Por tal motivo, en 1915 don Miguel Vence, educador de primaria, fundó una Academia de la Lengua de Valledupar, la cual sesionó una sola vez y determinó que el gentilicio de los nacidos en Valledupar fuera "valduparense".[13] Sin embargo, está muy extendida la denominación vallenato por influencia del ritmo musical representativo de la ciudad.

Valduparenses ilustres


La Leyenda Vallenata

Cuenta la leyenda que en 1576, la nación tupe se rebeló contra los españoles porque la esposa de don García Gutiérrez de Mendoza, en un ataque de celos, le había cortado el cabello a la india Francisca, sirvienta del hogar, lo cual era gran ofensa para los indios. Habiendo salido García Gutiérrez a su hato de Unyaimo con otros españoles el 27 de abril, el indiecito Tupe Antoñuelo, que era su paje, desapareció del hato e informó del agravio al cacique Tupe Blanco, quien con su capitán Panocha convocó a sus parcialidades, la de Coropomeima y la del chimila Curunaima, asaltaron el hato y mataron a los españoles. Luego fueron a la ciudad y trataron de incendiar el convento, pero no prendía fuego, hecho que atribuían a una Guaricha (como denominaban los indios a la Virgen, en este caso la Virgen del Rosario) que apartaba con su manto las flechas que lanzaban. Los indios se retiraron temerosos de la visión hacia las sabanas de Sicarare. Los españoles, dirigidos por el capitán Antonio Suárez de Flores, siguieron a los indios hasta la laguna del Sicarare (de agua dulce) que había sido envenenada por los nativos con barbasco, de tal suerte que cuando los españoles llegaron sedientos a beber de la laguna, caían muertos. Entonces se dice que los indios vieron pasearse a la Guaricha que levantaba a los españoles, lo cual les dio mucho miedo, y fueron muertos o aprisionados. Luego el gobernador de Santa Marta, Lope de Orozco, salió contra los chimilas apresando y dando muerte al cacique Coropomeima, al cacique Blanco, al capitán Panocha, a la india Francisca y a su marido Gregorio. A raíz de estas muertes, se unieron los indios para atacar ferozmente la ciudad, de tal forma que hubo de llevar a cabo una segunda conquista.14

Literatura
La literatura producida en la ciudad ha sido por tradición de tipo costumbrista y sólo hasta años recientes empiezan a producirse libros y textos académicos gestados al interior de las facultades de la Universidad Popular del Cesar; sin embargo, la ciudad es cuna de algunos escritorios más vanguardistas como Alonso Sánchez Baute, con su libro "Al Diablo la Maldita Primavera", Luis Barrios Pavajeau con "Ciudad Babel".

Los principales escritores de Valledupar han sido José Francisco Socarrás, pionero del psicoanálisis en Colombia, Rafael Carrillo Lúquez con sus obras de filosofía moderna, Tomás Darío Gutiérrez, historiador y abogado, Hernán Urbina Joiro, médico historiador, ensayista y periodista, entre otros.

Música y danzas
La música reina en la ciudad es el vallenato, considerado la principal expresión folclórica en años recientes. Las danzas son de tipo afro caribe como la puya de ritmo acelerado, y en especial el pilón, ritmo cadencioso en el que se resume la actividad cotidiana de los vallenatos de antaño y su estrecha relación con el trabajo del maíz.

La parranda Vallenata
La parranda Vallenata es una reunión social en torno de un grupo vallenato conformado por un cajero, un guacharaquero y un acordeonero que interpreta canciones costumbristas en alusión al paisaje, el campo y a las mujeres. Se acompaña de bebidas alcohólicas como ron, aguardiente y whiskey, el cual gracias al contrabando se ligó profundamente a la cultura Vallenata. En una parranda Vallenata tradicional no se bailaba; las nuevas generaciones cambiaron el formato de la parranda incorporando el baile. La parranda Vallenata dura hasta altas horas de la madrugada, cuando se degusta el sancocho.

Pintura, escultura y fotografía
Sobresalen los pintores: Carlos Julio Márquez (Kajuma), Arturo Castro Castro, Álvaro Martínez Torres, Walter Arland, Ineris Cuello, Jacinto “Chicho” Ruiz, Jorge Maestre.

Gastronomía
La zona geográfica en que se sitúa Valledupar, posee gran variedad de tierras en diferentes tipos de clima, lo que hace que en la ciudad se comercialicen y consuman productos animales y vegetales variados. En las zonas bajas y planas se cultiva el maíz, la yuca y el arroz que constituyen la base de la alimentación local y es también en esta zona que se crían los ganados vacunos y caprinos que aportan la carne y la leche. Estos alimentos se complementan con productos de climas templados y fríos provenientes de las zonas altas de la serranía del Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta como los plátanos, el café, legumbres y hortalizas.

Tradicionalmente la gastronomía se ha basado en alimentos como el maíz, con el que se preparan arepas de queso, arepas limpias, bollos limpios y de mazorca, arepuelas y empanadas; la yuca, que se consume en sancochos, cocida en agua salada o asada acompañada con queso fresco tipo vallenato; y carnes de res, chivo, cerdo o pescado de río.

Las preparaciones más comunes en Valledupar son los sancochos de gallina, de chivo, de rabo de res, trifásico, de mondongo; arroces blanco, con coco, con fideos, con pollo, con fríjoles, verduras, de asadura; guisos de cualquier tipo de carne con tomates, cebollas, ajos, cebollín, achiote, comino y pimienta; granos como fríjoles Zaragoza, cabecita negra, caraota, rojo y lenteja; dulces, de tubérculos o de legumbres, plátanos asados y en tentación (en almíbar de caña).

El plato típico es el sancocho, infaltable acompañante de las parrandas vallenatas. Otros platillos son los queques, chilonga, yuca guisada, mazamorras, pasteles de maíz, friche, guisos de animales de monte, el agua de panela, el chirrinchi, entre otros. Abundan las comidas rápidas donde se ofrecen salchipapas, hamburguesas, perros y frituras principalmente.

La carne vacuna de buena calidad es de relativo fácil acceso dentro de la población local debido a que la zona posee uno de los hatos ganaderos más importantes del país. También se consume queso costeño y suero atolla buey.

Durante los últimos años la oferta gastronómica se ha sabido complementar con algunos restaurantes de corte internacional, los más populares son los de comida china y mexicana, aunque existen también restaurantes más especializados que ofrecen pescados y mariscos, comida del mediterráneo, asados argentinos, pastas y pizzas, uno especializado en sushi y comida japonesa y algunos de tipo fusión. En ciertos restaurantes se puede degustar de una moderada variedad de vinos argentinos y chilenos especialmente.

Dialecto
El dialecto de los habitantes corresponde a una su variante del español costeño colombiano con la característica única (norte del Cesar y sur de La Guajira) de las formas verbales correspondientes a un tipo de voseo verbal sin reemplazo del pronombre tú.

  
Deporte
Valledupar cuenta con el equipo de fútbol Valledupar Fútbol Club, que compite por el torneo de la Primera B del fútbol profesional colombiano. El club fue fundado en 2004 y juega en el estadio Armando Maestre Pavajeau. En 2006 estuvo cerca de lograr el ascenso a la primera A, cuando perdieron con el Atlético Huila, en el doble enfrentamiento por la promoción. En año 2008 de nuevo pierde la oportunidad de ascender directamente al perder la final de la Primera B contra el Real CartagenaValledupar también tiene otros escenarios deportivos como el diamante de béisbol, el coliseo cubierto y el patinódromo.

Religión
La religión predominante es la católica. El santo patrono es Santo Ecce Homo, cuya efigie se venera en la iglesia de la Concepción, en la plaza Alfonso López Pumarejo. La catedral de Nuestra Señora del Rosario, a pocos metros de la plaza, es sede de la diócesis de Valledupar. Durante los últimos años, las iglesias protestantes como la pentecostal y la bautista han experimentado un crecimiento acelerado entre la población de Valledupar.

EL IMPACTO QUE ÉSTAS HA SUFRIDO A PARTIR DE LA INCURSIÓN DE LOS PROCESOS DE GLOBALIZACIÓN.


Las características más importantes de la sociedad moderna es la globalización. El mundo se ha convertido en una verdadera “aldea global”. Esa tendencia es cierta en la economía, con la integración de los mercados internacionales; en la política con la pérdida de poder de los estados nacionales a favor de entidades y organismos multilaterales, también en el derecho, pero fundamentalmente es notorio en la vida social y cultural de los pueblos. Hoy las comidas, las bebidas y la cultura son bienes universales.

La música Vallenata, que nació en esta región del país, el viejo departamento del Magdalena, en lo que hoy es la Guajira y el Cesar, también en las sabanas de Córdoba y Sucre, ha mostrado una verdadera vocación nacional e internacional. Hace algunos años el vallenato era sólo de la Costa Atlántica, pero luego se convirtió en un fenómeno cultural que invadió, poco a poco, a todo el país, pero ahora es un fenómeno internacional, una música que se globalizó, para bien o para mal.

La presencia de miles de turistas de todo el país y del exterior, en Valledupar, por estos días, es la ratificación de que la música no tiene fronteras, que es un producto cultural que la persona, el individuo, deleita y aprecia en distintos momentos de la vida. Para sus momentos tristes, para sus momentos alegres, para enamorarse o desenamorarse o para cantarle a la amistad, a la naturaleza, al amor, a todos los aspectos de la vida y a la vida misma.

Escuchar a un llanero interpretar los versos de un paseo de Calixto Ochoa en un Joropo, o interpretar un bambuco; al igual que también muchos de nuestros intérpretes tocan música de otros géneros en el vallenato, indica un sincretismo y una fusión musical y cultural, que tendrá sus pros y sus contras, amigos o enemigos, pero es un fenómeno cultural digno de estudiar y analizar.

La misma obra literaria de Gabriel García Márquez, el excelso escritor de Aracataca, pero con muchas raíces en la Guajira y el Cesar, por sus ancestros los Cote; además de sus vivencias en estas tierras, antes de pertenecer el Grupo de Barranquilla, ha sido un vehículo de internacionalización de la música Vallenata. El mismo escritor, cuando le preguntaban por su obra más conocida “Cien Años de Soledad”, decía que su novela era un vallenato de 450 páginas y que admiraba la capacidad de su gran amigo Rafael Escalona de contar en una composición una buena historia en la cual la realidad y la ficción se confunden sin ningún problema.

El vallenato es la música de Macondo, como bien lo ha descrito y explicado el profesor Arminio Mestra Osorio, y el investigador e historiador cesarense, Tomás Darío Gutiérrez, en sendos trabajos divulgados por este periódico. Y Macondo es una aldea global era el mundo fabulado de García Márquez para contar su visión de los problemas de América Latina con mucha poesía, pero también con una gran vitalidad y exuberancia.

El fenómeno de migración del vallenato se ratifica con la realización de decenas de festivales en Boyacá, en Bogotá, en otras zonas de Cundinamarca, en Barrancabermeja, en algunas poblaciones de Córdoba y Sucre, lo que demuestra que esta música hace rato que dejó de ser de la provincia, de los territorios del País Vallenato, del Cesar, la Guajira y todo el Caribe, para volverse un emblema nacional y – como bien lo dicen algunos – un estado del alma. El mismo fenómeno que sucedió con la ranchera mexicana, con el tango argentino y hasta con la música salsa, entre otras expresiones culturales.

Insistimos en que ojalá esa universalización del vallenato, en ese fenómeno de globalización cultural e hibridación que vive la sociedad moderna, no pierda la esencia de una música alegre, vívida, sentida y con una gran calidad literaria, narrativa y poética, que se expresa en los cuatro ritmos tradicionales: paseo, merengue, son y puya, y con los instrumentos típicos del vallenato primigenio: acordeón, caja y guacharaca. En este sentido, volvemos a reiterarlo hasta el cansancio, el Festival de la Leyenda Vallenata, debe ser el polo a tierra de esta bella música popular y es el evento que debe servir para preservarla en esa turbulencia de la globalización.



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